El 17 de septiembre de 2013, Cruz-Diez cumplía 90 años. Con motivo de tan especial ocasión el artista seleccionó para esta tercera exposición en Galería Cayón una docena de cuadros en los que continúa su riguroso estudio acerca del color.

Esta investigación, iniciada en la década de 1950, llegaba, con las obras realizadas en 2013, a la que quizá sea su máxima expresión fruto de una profunda reflexión en la que “nada se deja al azar”, como argumentaba entonces el artista.

Se trata de cuadros en los que se combinan espacios planos y tridimensionales. En estas obras se acentúa el juego y la distorsión entre lo plano (es decir, el efecto conseguido en lo puramente bidimensional que el artista denomina color aditivo) y el resultado tridimensional que se obtiene con la fisicromía, solución creada por el artista en 1959 que consiste en la inserción de elementos perpendiculares al cuadro que obligan al espectador a desplazarse para intentar adivinar no solo el cuadro en su total complejidad, sino a vivir los distintos efectos de las infinitas variaciones cromáticas, creando lo que Cruz-Diez llama “situaciones evolutivas del color reflejo y sustractivo”.

Estos elementos sobresalientes, que identifican las fisicromías del resto de las líneas de trabajo de Cruz-Diez, pueden ser opacos o traslúcidos; también pueden ser, por lo que respecta a su forma, rectangulares y trapezoides. Para la exposición, el artista seleccionó un conjunto de estas últimas soluciones en forma de trapecio de las que decía: “por su forma, los filtros trapezoides producen mayores variaciones en la intensidad del color irradiado, al tiempo que generan en la obra áreas donde se aprecian por separado combinaciones de color aditivo y otras, más dinámicas, donde es posible apreciar simultáneamente el color aditivo, el color sustractivo y el color reflejo”.

Carlos Cruz-Diez nació en Caracas, Venezuela, el 17 de agosto de 1923. Formado en su país de origen, en 1960 se trasladó a Francia tras una breve estancia en España. En París continúa y articula sus propuestas sobre la percepción del color como realidad autónoma que, desprovista de toda anécdota, es protagonista de toda su producción artística. 

Durante su vida, recibió numerosos premios y distinciones: La Legión de Honor (Francia), Commandeur de l’Ordre des Arts et des Lettres (Francia) u Oficial de l’Ordre des Arts et des Lettres (Francia); el pasado 2012 recibió el Premio Penagos de la Fundación Mapfre. Es doctor Honoris Causa de diversas universidades del todo el mundo y ha expuesto en numerosos museos y bienales (como la de Sao Paulo y Venecia). Su obra se conserva en museos como el MoMA (Nueva York), Pompidou (París) y Reina Sofía (Madrid).

En 2011 el Museo de Bellas Artes de Houston abrió una retrospectiva que recorrió gran parte de América.