Galería Cayón tuvo el placer de presentar una exposición que, bajo el título de “la tinta pesa”1, se centra, por vez primera, en el interés de Eduardo Chillida por el papel como material susceptible de ser recortado y, en cierto modo, silueteado de forma semiescultórica.

Como pretendió demostrar esta muestra, con casi una veintena de obras seleccionadas, en muchas ocasiones el papel fue para Chillida algo más que simple material que da soporte a la tinta; para él fue un medio autónomo de expresión que se sirve de formas estrechamente relacionadas con sus esculturas. Esto se aprecia especialmente en las obras en las que el papel es recortado en alguno de sus lados, intensificando así la referencia clara al volumen y, por tanto, a la obra escultórica.

El corte del papel se inicia en los años 50 y 60 y culmina con las gravitaciones que aparecen a finales de la década de 1980. En éstas, el papel recortado gravita sobre otro que le sirve de fondo, creando una articulación del espacio y del relieve que ya es totalmente escultórico.

En palabras del artista: “un día me dije, `¿por qué estás haciendo collages si no te gusta el pegamento?´. Entonces dejé de usar pegamento y decidí poner espacio en lugar de pegamento. Puse los papeles unos encima de otros y los colgué con cuerdas y los llamé gravitaciones. Esto es importante para mí porque incluso sin un gran peso, hasta el papel más delgado está siempre conectado con la gravedad. Me pareció muy emocionante. Al principio la gente no se lo tomó en serio. No se daban cuenta de la diferencia entre esto y el collage. Hay una gran diferencia. El collage tiene pegamento entre las hojas y yo he puesto espacio en medio. A nadie se le había ocurrido antes”2.

La muestra intentó dar razón a la aparición de estas gravitaciones como conclusión de un proceso de reflexión sobre el papel iniciado más de 30 años antes.

 

1. “(…) la tinta también pesa de alguna manera. La tinta pesa aunque no físicamente. Es el peso de un valor. En la pintura las cosas pesan o no pesan según el color que utilizas. En el dibujo, de repente, un brochazo negro tiene un peso”. En: CHILLIDA, Susana: Elogio del horizonte. Conversaciones con Eduardo Chillida. Ed. Destino, Madrid, 2003. Pág. 17
2. En: CHILLIDA, Eduardo; CARO, Anthony: Diálogo de escultores. Ed. Art of this Century, New York, 2000. Pág. 45