Madrid
Cayón tiene el placer de presentar en sus dos espacios madrileños de Blanca de Navarra, Enrico Castellani, la tercera muestra individual dedicada al artista italiano en la galería desde 2018.
Enrico Castellani (1930-2017) se formó en pintura y escultura en la Real Academia de Bellas Artes de Bruselas, ciudad en la que, además, se graduó en arquitectura en 1956. Tras finalizar sus estudios regresó a su país de origen donde fundaría en 1959 en Milán, la galería Azimut. Este espacio, asociado a una publicación con el nombre de Azimuth (acabado en h), se convertiría en punto de encuentro con el arte más novedoso, contemporáneo y sorprendente.
La obra de Enrico Castellani traspasa los límites de la pintura para integrar en ella los conceptos teóricos de escultura y arquitectura con el fin de explorar y presentar un nuevo paradigma plástico. Comprometido con llevar a cabo una redefinición del arte con el fin de adecuarlo a las preocupaciones contemporáneas, Castellani integra en sus piezas luz, color, espacio y movimiento, a través del uso de distintos materiales, trascendiendo la superficie plana del lienzo, siendo la sombra que proyecta la superficie convexa sobre la cóncava, un elemento fundamental. La sombra, en Castellani, es igual de importante que el color o la forma.
“No estamos interesados en expresar reacciones subjetivas y variables frente a acontecimientos concretos, sino que, por el contrario, deseamos establecer un discurso continuo y armónico a través de elementos fijos, inamovibles. Excluimos estos medios de expresión (composición, color y plasticidad), siendo en sí mismos suficientes para dar a las propias obras concreción de infinito, ya que son entidades elementales que se pueden fusionar de diferentes modos en una obra de arte. Son indefinidamente repetibles”.
Esta concepción del cuadro como ventana a un espacio infinito es quizá la que explique, de mejor manera, la obra de Enrico Castellani. A través de la movilidad de estos tres elementos crea una sucesión plástica infinita.
La muestra contará con diez obras, que recorren los veinte últimos años de producción del artista, desde 1989 a 2012. De esta forma, atendiendo a sus principios, gran parte de ellas están realizadas sobre material plástico, pudiéndose observar sus características definitorias tanto en el anverso como en el reverso, por lo que, a su vez, funcionan a modo de escultura “cuasi” táctil. “La obra de Enrico Castellani es música para los ojos”, afirma Bruno Corà, historiador y crítico de arte, excelente conocedor de la obra del artista italiano.
Por último, y haciendo hincapié en la importancia que la gama cromática tenía para Castellani, las obras que conforman la exposición son un despliegue de color fundamentalmente centrado en el blanco, el rojo o el amarillo, los predilectos del artista.
Enrico Castellani, nacido en Castelmassa, Rovigo, en 1930, fue uno de los grandes protagonistas del arte italiano de posguerra. En 1952 se trasladó a Bruselas para asistir a cursos de pintura y escultura en la Académie des Beaux Arts y en 1956 se graduó en arquitectura en la École Nationale Supérieure de la Cambre. Al año siguiente regresa a Italia, instalándose en Milán y convirtiéndose en un activo exponente del nuevo panorama artístico.
En 1959, junto con Piero Manzoni y Agostino Bonalumi, fundó la revista « Azimuth » que proponía la eliminación total de la experiencia artística anterior y un nuevo comienzo totalmente centrado en el concepto de abstracción.
Esta puesta a cero se logró con el uso de lienzos monocromáticos con diversas técnicas para crear efectos de luces y sombras iridiscentes con la inclinación de la fuente de luz.
El estudio y análisis de las posibilidades que brindaba la flexión del lienzo mediante el uso de clavos y nervaduras dio vida al código estilístico de Castellani que la crítica definía como «diferente repetición» desde la cuidada repetición de llenos y vacíos dada por extrusiones rítmicas de los lienzos constituye un camino siempre nuevo.
Entre las exposiciones más recientes recordamos las exposiciones individuales en la Fondazione Prada de Milán en 2001, en Kettle’s Yard de la Universidad de Cambridge, en el Museo Pushkin de Moscú en 2005; y recientemente, en septiembre de 2012, en Ca’ Pesaro Galleria Internazionale d’Arte Moderna, Venecia, donde se colgaron por primera vez sus complejas “Doppio Angolare”.
El 13 de octubre de 2010 Castellani recibió el Praemium Imperiale de pintura.
Enrico Castellani pasó las últimas décadas de su vida en el pequeño pueblo de Celleno en Tuscia, donde falleció en 2017.
Supeficie bianca (06-059-A), 2006
Alto relieve en aluminio aeronáutico esmaltado
77 alto x 58 ancho (cm.)
CA035
Superficie bianca (06-070-D), 2006
Alto relieve en aluminio aeronáutico esmaltado
115 alto x 77 ancho (cm.)
CA037
Polittico / 1 giallo 1 blu (08-055), 2008
Alto relieve en aluminio aeronáutico esmaltado
116 alto x 116 ancho (cm.)
CA038
Superficie bianca (08-052-C), 2008
Altorrelieve de doble cara en aluminio aeronáutico esmaltado con base de acero.
Medidas: 58 alto x 58 ancho x 6 fondo (cm.)
Superficie bianca (12-010-A), 2012
Altorrelieve de doble cara en resina esmaltada con base de acero
48 alto x 38 ancho (cm.)
CA040