Alfonso Fratteggiani Bianchi (Perugia, Italia, 1952) vive y trabaja en Rocca S. Apollinare. Durante su juventud, pasó largos periodos entre Roma y Florencia, y más tarde se trasladó a Colonia, lugar donde completaría sus estudios. Durante estos años, tuvo una profunda formación musical, un campo que influirá de manera muy determinante en su posterior obra plástica.

Artista de carácter tremendamente reservado, comenzó a pintar a finales de la década de 1990. Las primeras obras pictóricas, realizadas sobre conglomerado, no satisfacían el resultado final deseado por Fratteggiani. A través de diversas exploraciones, la piedra serena -una arenisca gris empleada en arquitectura y escultura, especialmente en las zonas de Umbría y Toscana- se convirtió en el soporte predilecto del artista. Esta piedra posee un grado de porosidad adecuado que le permite potenciar las cualidades del color e indagar en las posibilidades de su manipulación, a través de una investigación constante sobre la manera en que se comporta cada pigmento.

Para Fratteggiani, su obra se caracteriza por la búsqueda incesante del tono cromático, y la materialidad del color: “el cual es en sí mismo muy sensible a alteraciones ambientales y manipulaciones” *.

*Conversación: Alfonso Fratteggiani Bianchi and Anthony Molino copyright ©️ January 2020